SCREENING LAV #017

DAVID RIMMER. VARIACIONES DE UN PAISAJE

“Siempre me ha interesado ese tipo de cine. Ese tipo de película de ventana en la que colocas la cámara y la dejas, durante un largo periodo de tiempo. Canadian Pacific tardó unos tres meses. Cuando me mudé a ese estudio, enseguida vi la ventana y pensé que ahí se podía hacer algo. Lo que me interesaba de la toma eran las horizontales: las vías del tren, el agua, las montañas, el cielo. Había muy pocas verticales. En cierto modo, esos cuatro elementos cambiaban. De una toma a la siguiente, las vías del tren pueden seguir siendo las mismas, los trenes pueden estar en la misma posición, pero el cielo cambiaría, el agua cambiaría. En algunos casos, las montañas desaparecían. Cada toma cambiaba uno o varios de esos elementos"
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“Nunca he ido a la escuela de cine y no sabía que no se podían hacer ciertas cosas. Entonces pude improvisar y encontrar atajos. Aprendí a hacer mis propias ópticas, mis propios mattes. Luego hice Migration, que era principalmente una película de montaje. Un montón de empalmes muy, muy cortos, dos, tres, cuatro cortes de cuadros. Lo mostré y a la gente pareció gustarle, adquirí más confianza y solicité una subvención del Consejo de Canadá. Para mi sorpresa lo conseguí, y eso me animó más. Así que el año siguiente hice tres películas: Variations on a celophane wrapper, Surfacing on the Thames y The Dance. Todo esto se originó a partir de material de archivo”
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“Hice mi primer “documental”, Real Italian Pizza (13 min 1971), en New York. La mayor parte de mi trabajo desde entonces puede verse como documental en cierto sentido. Quería hacer un película sobre Nueva York, pero no estaba seguro de cómo. Me senté en mi ventana en 85th y Columbus Avenue, mirando hacia afuera en una pizzería al otro lado de la calle, y me di cuenta de que allí sucedían todo tipo de cosas: arrestaban a gente, camiones de bomberos, transeúntes, nevaba. Tenía miedo de salir con mi cámara por New York, pero entonces entendí que no tenía que ir a ningún lado. La ventana me dio concentración. Enmarqué la pizzería y bloqueé la cámara durante ocho meses. Inicialmente, disparaba tres metros todos los días a las 10:00, hasta que vi que no pasaba nada... Así que comencé a comprobar la ventana periódicamente, exponiendo cada vez que un momento me parecía pertinente.”
- David Rimmer